GOBIERNOS ILEGÍTIMOS
Legalidad no es lo mismo que legitimidad. En el pensamiento político clásico se consideraba que todo gobierno no sólo debía acceder y permanecer en el poder mediante procedimientos legales, sino que además era exigible que concurrieran otros requisitos. Pongamos un ejemplo: el engaño, la mentira o la manifiesta incompetencia para gestionar el bien común no están legalmente tipificadas como circunstancias que permitan ilegalizar a un gobierno. Pero el hecho de que el engaño, la mentira o el daño irresponsable al bien común no sean legalmente inadmisibles, ¿debe significar que sean políticamente admisibles?
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